Testimonio de la Hna Eugenia Iturbe, oblata

Hoy en el Facebook de las Hnas. Oblatas de Paraguay aparece el siguiente testimonio de vida de la Hermana Eugenia Iturbe que fue quien inició este camino del carisma de San Eugenio de Mazenod en América Latina .
En este día del Señor os lo que queremos presentar como testimonio de fe y de seguimiento a Cristo en medio del dolor y la enfermedad.

Feliz Domingo para todos.

Medicina es una historia

Hoy me pongo a plasmar por escrito mi experiencia como Religiosa misionera oblata de María Inmaculada, con una enfermedad que como estigma llevo dentro de mi cuerpo y como estudiante de medicina.
Origen de mi vocación como oblata: al principio no sabía lo que quería hacer de mi vida pero desde mi niñez quise ser médica (Doctora) luego se me pasó, cuando comencé la edad de la adolescencia comencé a cuestionar sobre mi vocación ¿qué voy a ser? ¿qué hago?, deseaba casarme, pero en el fondo de mi ser también deseaba ser religiosa, aunque no conocía qué era eso, pero sentía muy dentro de mi que yo tenia que consagrarme a Dios.

A los 13 años conocí a los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, desde allí las cosas eran más claros para mí; la de ser misionera como los oblatos, sobre todo a los dos oblatos que conocí , sus testimonio de vida era tan contagiante y entusiasta para seguir a Cristo. De ahí empecé a hacer un acompañamiento con estos oblatos por correspondencia; a los 14 años vine a la misión juvenil en Arroyos y Esteros, y ahí tomé la decisión de seguir adelante como joven misionera oblata y como no había oblata solo oblatos… pero la lucha no fue fácil hasta que en varios años se logró abrir una casa para chicas con el acompañamiento del P. Marcos Rivarola omi.

Todo se inició de la nada desde un inicio hemos trabajado (con mis compañeras) para estudiar y para sobrevivir hemos pasado hambre, enfermedad, cansancio muchas incomodidades etc, pero todo eso era para nosotras una gracia muy especial con esa experiencia de vida teníamos más clara la vocación de consagrarnos al Señor desde nuestra nada, pero si veíamos que sin el estudio era muy poco lo que íbamos a aportar a los pobres… hemos sido muy misioneras e incansables misioneras recorriendo casi todo el interior del Paraguay visitando a las comunidades más alejadas, tuvimos encuentros, charlas , cantos, juegos, retiros, etc. con la gente.

Nunca nos arrepentimos solo se llena de alegría nuestro corazón el hecho de gastar la vida joven por aquellos que tienen sed de Dios. Y Bueno, con mucha lucha he llegado a mi sueño, de consagrarme como oblata…

La Hermana Eugenia en el hospital
Mi enfermedad tiene su origen en el Río Pilcomayo cuando me mordió la “piraña” considero otra nueva etapa de mi vida esto ocurrió en el año 1997 durante la experiencia en la 3ra etapa, ,del noviciado de la misión intensa , desde ese año una picadura tan insignificante cambió mi vida, esto se manifestó como enfermedad angustiosa que me impide la movilización normal de vida cotidiana, en el año 2000 a partir de una caminata larga en una de las misiones que realicé en la zona de la Paso Yobai; esta experiencia de misión me enseñó a ser misionera sin mucha caminata (Desde la enfermedad); hace varios años que voy contra la enfermedad, mucho diagnóstico deprimente me dieron, hasta llegué a Toulouse Francia para mi control médico, también en Brasil, pero esta ponzoña del pescadito va afectando ciertos huesos, pero vamos adelantes, ya con varias cirugías, tratamientos farmacológicas como paliativos , Radioterapia y otras formas de encarar el tratamiento me va dando fuerza y mucha energía para seguir amando la vida.

El motivo de empezar a estudiar la carrera de medicina fue justamente el deseo de descubrir y luchar yo misma con mi propia enfermedad, cuando aún estaba en el colegio y estaba terminando el cole el P. Marcos me dijo que tenía que hacer un proyecto de vida, ¿qué hacer de mi vida? a corto, mediado y largo plazo.

Hice y le presenté que quiero ser oblata, estudiar teología, y estudiar medicina, él me preguntó si quiero ser profesional o religiosa le respondí: “las dos cosas” pero primero estudiaré la teología, me especializaré en misionologia y luego Dios me dará la oportunidad de seguir la carrera de Medicina, porque el conocimiento es el mejor regalo y lo único que ningún ladrón puede robar. Pues lo hice así estudie teología, hice la especialización de misionología a distancia, y bueno siempre postergando mis estudios de teología porque tenía que dedicarme a la formación de las jóvenes que estaban con nosotras con el deseo de consagrarse al Señor; daba oportunidad a todas ellas para que estudien y puedan con sus estudios ser mejores misioneras y así también con sus trabajos colaborar para el sostenimiento de la congregación en vista de que no somos ángeles aún tenemos necesidades básicas: como cuidar la salud, alimentarnos, vestirnos y todo lo que se refiere a la manutención etc.

Con el P. Guillermo Steckling siendo éste superior general
Puedo decir con franqueza todas han tenido oportunidades, pero muchas veces las mayorías han dejado la congregación por distintos motivos.( enamoramientos, pretextos de cuidar a sus padres enfermos, o porque han encontrado un trabajo remunerado y otras ya se sintieron con capacidad - formación para encontrar un trabajo …)

Cuando mi situación de salud era caótica sin ningún recurso económico y con un tratamiento bastante elevado de precio y sin tener de dónde sacar los millones de guaraníes, el Señor me iba presentando personas buenas y generosas que me iban exonerando algunos millones, durante muchos tiempos los Hnos. Franciscano han estado con mucha solidaridad llevándome y trayéndome al médico como también al instituto de teología para que, a pesar de todo, pueda ir terminando mi teología; agradezco a Dios infinitamente por tantas maravillas que él ha obrado en las personas para que yo sigas viviendo…

Nota: Aclaro que siempre, desde el comienzo de nuestra congregación hemos recibido: formación, acompañamiento, y apoyo económico mediante un presupuesto de parte de los Oblatos; Casi siempre fue insuficiente este aporte económico porque los imprevistos superaban ese presupuesto (los gastos de la salud especialmente el mio, formación, los gastos de la casa, etc.)

El motivo más fuerte para estudiar medicina fue que he sentido que como misionera y como doctora podía servir a los demás inclusive desde mi silla de rueda (he pensado…). Hoy quiero agradecer a Dios por su gran amor conmigo porque a pesar de pasar por cañadas muy oscuras él me da fuerza y capacidad de seguir adelante

A partir de mis estudios de medicina también he hecho la especialización de teología de la salud, asi que desde el antiguo testamento Dios nos llama a curar las enfermedades y Dios da el poder para curar, es una vocación y una gracias del Señor.
Dios me dio esta vocación con mucho sacrificios y con su ayuda y con lucha diaria puedo llegar a la meta…

Con alegría y con el corazón deseoso de ser una muy buena servidora del Señor, me consagro cada día y asumo el martirio de seguir formando parte de la gran obra del Señor…
¡La carrera que estoy a punto de terminar no es mi capricho sino es una promesa que Dios me dio y procuro de llevar a termino.!

“Jesús nuestro médico de cuerpo y alma me ayudará a colaborar con él en este ministerio”
Jesús que quiere ser atendido, visitado y servido en cada enfermo; yo tengo a través de esta profesión – vocación la posibilidad de encontrarme con Él en cada enfermo.

Hna. Eugenia omi

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