Discernimiento de cantos

En el portal de Música San Pablo hemos visto este artículo firmado por Marco López y nos ha parecido interesante para la lectura y para la formación... como es extenso sólo ponemos la primera parte. Si quieres el texto completo pincha en Sigue leyendo. Esperamos que sea útil para tu trabajo pastoral en el campo musical. Bendiciones.

1.- Proceso de discernimiento

A- ¿Que es discernir los cantos?

Primero diremos que DISCERNIR es la facultad del alma por cuya virtud el hombre puede distinguir el bien del mal y lo verdadero de lo falso. Norma para conocer la verdad. Es el juicio por cuyo medio percibimos la diferencia entre varias cosas, distinguiendo una de otra, señalando la diferencia que hay entre ellas.(1 Tes 5,21).

Respecto al servicio del equipo de Canto y Música, discernimiento sería que puedan captar los cantos que el Señor quiere para un momento dado de la oración. Para esto deben aprender a escuchar al Señor sabiendo distinguir lo que viene de la propia carne (psicología propia, criterios, deseos personales no inspirados por Dios), o lo que inspira Dios.




B.- Importancia del discernimiento de cantos.

Es muy importante esto, porque el canto es muy fuerte para apoyar o desviar la oración de toda la asamblea. Un canto mal discernido, es decir fuera de lugar, no apto para ese momento, puede bajar toda la entrega y participación en la oración de la asamblea. Captar cual es el canto que pueda favorecer la oración, no se trata de cantar lo que me gusta o de no cantar lo que no me gusta.

Este discernimiento se hace con y en espíritu y con la mente (1 Cor 14,15).

C.- ¿Quién discierne los cantos?

* El coordinador del equipo de Canto y Música.

* El animador de la asamblea en comunión con el coordinador del eq. de canto y música.

* Los integrantes del equipo de Canto y Música, comunicándolo a su coordinador.

D.- ¿Cómo se disciernen los cantos?

a) Estando todos atentos y dóciles al Espíritu Santo.

b) Estando en sintonía con el animador de la Asamblea.

c) Estando todo el equipo de canto y música muy acordes entre sí y atentos hacia la oración espontánea de los participantes de la asamblea.

d) El equipo de canto y música debe ponerse de acuerdo con el animador de asambleas en las "señas" características para: iniciar un canto, cambiar canto, subir ó bajar volumen al canto, ambiente de murmullo ó sólo musical, silencio total, canto rítmico ó canto lento.

e) Conociendo la "clasificación de cantos", de acuerdo a su manual de cantos.

f) Conociendo el ritmo, tiempo, letra y música de cada canto en su repertorio.

E.- Importancia de los silencios. Entre los muchos momentos de oración, hay algunos en que el Espíritu Santo suscita silencios profundos y fecundos, llenos de su presencia. El equipo de canto y música debe saber cuándo se presentan estos momentos para que no los interrumpa metiendo algún canto. También debe saber discernir cuándo son silencios estériles, pesados, como puntos muertos en la oración, para meter algún canto que ayude a regresar a la oración y levantarla ó reiniciarla.

No cantar sólo por llenar espacios, se puede entorpecer la acción del Espíritu Santo. Estar atentos para dejar actuar al Espíritu Santo en la Asamblea, como El quiera y cuando El quiera.

2.- Clasificación de Cantos

Un elemento importante que nos ayudará a un mejor discernimiento de los cantos, es el conocimiento de éstos, en su carácter, sus tipos, funciones y temáticas.

a.- Clasificación de la música cristiana. La Iglesia reconoce tres grandes tipos de música cristiana:

1. La música litúrgica

2. La música de concierto

3. La música religiosa La Música Litúrgica es la música considerada “sacra”, es decir, la música reservada en su totalidad para la liturgia de la iglesia. Es por esta razón, que esta música tiene ciertos requiito para ser considerada como tal; estos son sacralidad, religiosidad y arte. En cuanto al texto en sí, este debe respetar ciertas fórmulas litúrgicas, y a la vez, deben ser cantos que enriquezcan la celebración, por lo tanto, “no todo lo que habla de Dios sirve para la liturgia”.

La Música de Concierto es aquella música conocida como “docta”, de contenido cristiano, compuesta para la liturgia por grandes músicos de todos los tiempos, en ella se resalta por sobre el texto, la riqueza y excelencia musical que contiene, lo que hace que ésta sea más indicada para ser escuchada que interpretada. Esta música no sólo es disfrutada por los cristianos, sino por todas las personas amantes de la música por lo que es ejecutada fuera del ambiente eclesial (salas, teatros, eventos, etc). Sin embargo, la Iglesia la considera como música cristiana ya que fue ése el propósito de su composición. Ejemplos de esta música son El Mesías, de Haendel y el Ave María, de Bach-Gounod.

La Música Religiosa Polular (Constitución Dogmática Sacrosantum Concilium n. 118) es aquella de creación popular cristiana, que sirve para todas las celebraciones de corte no litúrgico, sino religioso (oraciones comunitarias, catequesis, jornadas, evangelizaciones, novenas, adoraciones, etc) En cuanto al texto, éste es de libre composición, respetando, eso sí, la enseñanza de la Iglesia. Estos cantos también pueden ser utilizados en la liturgia, si la celebración lo requiere; pero no debe de dejarse a un lado los cantos propiamente litúrgicos.

Nosotros nos abocaremos al estudio de este último tipo de canto, que es el que nos compete en nuestro servicio puntual como ministerios de canto carismáticos. Antes si, recordar, que también es importante poder formarse en las demás áreas del servicio de música dentro de nuestra Iglesia.

B.- Cantos de corte religiosos popular.

Dentro del canto religioso popular, podemos encontrar dos grandes tipos, que se diferencian por su dirección y su uso. Estos son:

1) Canto Sacerdotal Entendiendo la función del sacerdote, como aquel que ofrece sacrificios y actúa de nexo entre la relación de Dios con su pueblo, este canto es de carácter sacerdotal, en el sentido que nos lleva a una relación con Dios a través de la oración, el diálogo directo con Dios, tanto personal como comunitario. Es de dirección ascendente (dirigido a Dios), le canta a Dios, ya sea para alabarlo, agradecerle, suplicarle, entregarse, adorarlo, etc. Entre los cantos sacerdotales más comunes encontramos:

- Canto de Alabanza.

Canto para la oración celebrativa, festiva y alegre. Este está lleno de reconocimientos de las grandezas de Dios, con un dialogo no sólo de palabras, sino que también de gestos corporales, ya que la alabanza es elogiar a Dios, y expresarle con manifestaciones externas lo que se ha vivido en el corazón.

- Canto de Entrega.

Este es el canto de aquel que a tenido un encuentro con Dios, y al conocerle, desea que él, desde ese momento, sea el señor de su vida, entregándole así su corazón. Este canto es especial para los momentos de decisión y reconocimiento del Señoría de Cristo.

- Canto de Acción de Gracias.

Este es el canto del hijo agradecido con Dios por la obra realizada en él. No es un canto que sólo agradezca lo bueno, sino que en lo malo sabe que Dios permite todo para bien de aquellos a quienes El ama, y se lo expresa con acciones de gracias.

- Canto Penitencial.

Este canto no es el Kirie de la Eucaristía, sino que es un canto para momento de recogimiento, para motivar liturgias penitenciales o momentos de reconciliación en la asamblea.

- Canto de Adoración.

Este es el canto más profundo de la oración del pueblo ya que en él se expresa la relación más íntima del ser humano con Dios. Este es un canto que nos ayuda a reconocer el gran amor de Dios a pesar de nuestra pequeñez y debilidad, y a expresarle nuestro enorme amor por su obra en nuestras vidas. Es el canto sincero de aquel que ya conoce a Dios, del amigo al Amigo, del hijo al Padre.

- Canto de Misión y Apostolado.

Es el canto del compromiso, el que está justo en el límite del canto sacerdotal y profético, ya que este canto nos debiera llevar de la experiencia de Dios (oración) al proclamar a Dios (acción).

2) Canto profético La función del Profeta es anunciar y denunciar. El carácter de este canto es profético en el sentido que cumple dichas funciones a través del mensaje concreto del Kerigma y los valores. Este es el canto de la acción, para la evangelización y la enseñanza, es el que canta de Dios. De dirección horizontal, es aquel que canta al hombre acerca de Dios y de sus valores. Este canto es para fuera del templo, para cantar en actividades tales como evangelizaciones callejeras, recitales, festivales, visitas a la cárcel, hogares de ancianos, hospitales, etc. Podemos reconocer varios tipos de cantos proféticos:

- Canto de evangelización.

Es el canto kerigmático, es decir, que anuncia la Buena Noticia de Dios, de una manera sencilla y cristo céntrica.

- Cantos Sociales.

Este canto es el que denuncia todos lo antivalores, pecados, acciones, y en general todo aquello que va contra el hombre y la vida y doctrina cristiana. Muchas veces este canto no nombra a Dios, pero está cargado de su mensaje y sus valores.

- Canto Histórico o Testimonial.

Este canto es el que muestra la acción y el amor de Dios en sus hijos a través de hechos concretos, historias bíblicas y cotidianas. Dentro del kerigma, este canto es uno de los más efectivos, ya que el testimonio de vida y la Palabra de Dios es lo que más convence al hombre. Canto de Exhortación y Reflexión.

Es el canto que nos invita a reflexionar determinadas temáticas o las maravillas que Dios ha hecho en nosotros. Es un canto catequístico, ya que a través de la reflexión nos enseña verdades de fe.

Finalmente, es importante recalcar, que en el estricto rigor, todos los cantos son sacerdotales y proféticos a la vez, es decir, orantes y evangelizadores, pero descubrir su función específica, nos ayudará a poder discernir qué cantar, cuando hacerlo, en qué lugar y en qué momento.

Marco Lopéz

Chile


Fuente: http://www.acordesdevida.com/acordes/index.php?option=com_content&task=view&id=17&Itemid=32





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