Ángeles Músicos en Jimena... Por Salvador Moreno



Leído en "La Información del Lunes" del 30 de Diciembre de 1957

Del autor de este artículo, el compositor mejicano Salvador Moreno, el Instituto Nacional de Bellas Artes de Méjico, acaba de publicar el libro "Angeles Músicos en Méjico"

De los cinco ángeles que rodean el camarin de la Reina de los Ángeles -Patrona de Jimena- obra del pintor José Cegarra, dos de ellos están dedicados a la música. Pueden llamarse por tanto "ángeles músicos", siguiendo la tradición de la iconografía universal. Uno de ellos canta y el otro toca una hermosa guitarra.

Influido sin duda por el medioambiente, el pintor Cegarra, pueso en manos de uno de estos ángeles el instrumento andaluz por antonomasia, intuición magnífica que libró al artista de caer en la incongruencia y amaneramiento, tanfrecuente en otros pintores de hacer "sonar" en sus cuadros instrumentos arcaicos y casi desconocidos.

Con toda intención, quizá, Cegarra colocó en manos del ángel que canta una "particella"; como para darnos a entender que su canto no es improvisado y que corresponde a la formalidad de la música culta, la música escrita, de la que la guitarra es y ha sido digna compañera.

La guitarra heredó de sus antepasados la "vihuela" y el "laud" la gran tradición de la polifonia española, y más tarde de la melodía acompañada. El apogeo del "laud" en el Renacimiento, junto con la "tiorba" y el "chitarrone", fue eclipsado por el del "vihuela" que era un instrumento intermedio entre el "laud" y la "guitarra" muy parecida a la actual, debido en gran parte al cambio de gusto estético y de la escritura musical más fácilmente ejecutable en "la vihuela". La "guitarra" por su parte, más comunmente empleada en la música humilde, pronto desempeó su papel predominante al cambiar nuevamente el gusto musical, perfección su constitución física (orden de cuerdas, trastes, afinación, ...) y escribirse gran número de métodos teóricos y prácticos. La guitarra entonces, sin dejar de acompañar la música del pueblo acompañó también la más elevada y culta.

En nuestros días, junto a la importancia extraordinaria que la guitarra tiene como elemento del cante jondo, del cante grande y acompañando cantos más ligeros, la vemos también en manos de artistas tan excepcionales como Segovia, Yepes o Victorio de los Ángeles, quien suele servirse de ella en sus conciertos del mundo entero para acompañarse la música clásica y la más pura popular.

Los ángeles músicos de José Cegarra en el Santuario de la Reina de los Ángeles, están situados en la zona intermedia de la sencilla composición pictórica: entre el cielo y la tierra. La tierra de Jimena, insinuada apenas, sobre la que dos ángeles ofrecen incienso y flores, mientras en el centro arriba, otro desciende trayendo un modesto manto azul. El incienso sube y parece querer convertirse en canto, mientras el aroma de las flores se une a los sonidos, sin duda expresivos, de la tradicional y españolísima guitarra.

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