Un oblato sale de la cárcel


Un Oblato sale de la cárcel (02/03/2010 - Estados Unidos)


Carl KABAT

El P. Carl KABAT es un Oblato norteamericano muy conocido por sus protestas no violentas contra las armas nucleares; el 22 de diciembre de 2009, dejó la cárcel donde estaba detenido desde el 6 de agosto, debido a una protesta de desobediencia civil. Durante su vida, este sacerdote de setentiseis años ha pasado, en diversas ocasiones, diecisiete años de su vida en la cárcel y siempre por los mismos motivos.

Esta vez, fue detenido el día aniversario del bombardeo de Hiroshima por los Estados Unidos, en 1945. Había entrado ilegalmente en un lugar de misiles en el Estado de Colorado. Antes de ser arrestado por las autoridades de la Base de la Fuerza Aérea del Ejército en Cheyenne, Wyoming, Carl había cortado el cierre que rodeaba a un misil nuclear subterráneo. Había tenido exactamente tiempo de colgar algunas señales de protesta y rezar.

Como resultado de proceso fue condenado a ciento treintisiete días de prisión, el tiempo ya pasado detrás de los barrotes, a pesar que el procurador del distrito había pedido una pena de un año para cada uno de los crímenes cometidos.

En su declaración a la prensa, después de su detención Carl dijo:

“La Iglesia Católica Romana de la cual soy sacerdote, al concluir el Concilio Vaticano II, en 1965, condenó las bombas nucleares como crimen contra la humanidad, las que es necesario condenar sin reservas.

“El Concilio Ecuménico de las Iglesias ha declarado que ‘la fabricación, el despliegue o el uso de bombas nucleares son un crimen contra la humanidad’.

“Apoyo el deseo del Presidente Barack Obama e intento hacer algunas cositas para corresponder a su esfuerzo.

“El misil nuclear que está aquí en el suelo es veinte veces más potente más que las bombas atómicas que lanzamos contra los japoneses. Cada una de estas bombas mató a más de cien mil personas. Al multiplicar veinte veces estas cifras se obtienen más de dos millones de muertos.

“La Biblia dice, por medio del profeta Isaías: ‘Forjarán con sus lanzas, hoces y con sus espadas rejas de arados’. Que el Santo, el Único tenga piedad nosotros porque no lo hemos hecho.”


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