Esta mañana estuve celebrando la Eucaristía en una de mis parroquias (la de Ntra. Sra. Reina de los Angeles) y ahí últimamente se suele juntar un grupete de monaguillos bien simpático. Hay días en los que suman hasta 12.
Con la ayuda de las catequistas, todos los niños que haya en la Iglesia hacen algo en la celebración dominical.
Al terminar, yo tengo la costumbre de agradecer a cada uno de los niños el servicio prestado durante la celebración. A mi personalmente me encanta que los niños participen en la Eucaristía, con orden y concierto, pero que participen y que vayan aprendiendo cómo ayudar en misa.
Hoy, como de costumbre, al terminar les saludo y les doy las gracias por haber ayudado en la celebración. Mi sorpresa ha sido grande cuando uno de ellos me dice:
"¿Gracias? A nosotros no, a ti. Gracias por ser sacerdote, sin sacerdote no hay misa y aqui la podemos tener gracias a tu respuesta, gracias a que tu eres sacerdote."
La verdad es que los que estábamos ahi, niños y madres, nos miramos con sorpresa y admiración por la sabia respuesta que este niño de 8 años habia dado.
Hoy no queria terminar el domingo (aunque ya sea lunes según el reloj español) sin darle gracias a Dios por los niños, de los que tanto podemos aprender y darle gracias a Dios porque me ha llamado a ser sacerdote. Oremos por las vocaciones sacerdotales.
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