Para aprender no hay edad

Acabo de iniciar un nuevo taller de guitarra, pero esta vez es un taller personalizado. El motivo es que una madre de familia, con hijos de mi edad, al ver el movimiento de los coros y los chicos, se ha decidido a aprender a tocar la guitarra.

¡Fantástico! Para aprender no hay edad. El que quiere servir a Jesús a través de los jóvenes, de los niños y de la música, nunca va a dejar de inventarse cosas nuevas para hacer llegar ese mensaje a todos.

Recemos para que esta iniciativa siga adelante y para que cunda el ejemplo en otras muchas personas. Se que este blog lo leen muchas personas de España, Argentina, Méjico y de otros muchos países de América Latina y Europa. Dios quiera que haya más personas que quieran servir al Señor a través de la música, unos cantando, otros con la guitarra o con cualquier otro instrumento...

Hoy me han demostrado, una vez más, que para aprender no hay edad, sólo hacen falta ganas.

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