Hoy es la fiesta de Santo Tomás de Aquino, uno de los más grandes teólogos y doctores de la historia de la Iglesia. Y me surgió una cuestión... ¿dirá algo este santo sobre la música y la alabanza divina? Con mis pobres conocimientos de sus escritos y de la Suma Teologica me atrevo a poneros algo que he encontrado. Curiosamente en su respuesta cita a San Agustín, haciendo suyas sus palabras. Veamos que dice.
(Cito algunos estractos de Suma Teologica Parte II-IIae q.91, cursiva. Lo que aparece en negrita es comentario personal) ---------------------------------------------
(...) la alabanza vocal es necesaria para elevar los afectos del hombre hacia Dios. Por consiguiente, todo lo que puede resultar útil para este fin, bueno será incorporarlo a la alabanza divina. Ahora bien: es evidente que, de acuerdo con la diversidad de melodías, se generan diversas disposiciones en el espíritu humano, (...) Por eso es saludable la práctica establecida de valerse del canto en la alabanza divina, con el fin de estimular más con él la devoción de los espíritus débiles. Como vemos la oración con música ayuda a los que somos de espíritu debil, para fortalecernos y ayudardos a rezar. --------------------------------------------------------
Tal es el motivo por el que San Agustín dice, (...): Me siento inclinado a dar por buena la práctica del canto en la iglesia para que por el halago de mis oídos mi alma, demasiado débil, remonte su vuelo hada afectos de piedad. Y, hablando de sus propios sentimientos, (...)
Lloré con tus himnos y cánticos, muy emocionado con las voces de tu Iglesia, por lo suavemente que sonaban.
La música es capaz de emocionar, pero no por si misma sino porque inclinan el alma a Dios.
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En otra parte nos dice lo siguiente, esta vez citando a San Jerónimo, para que no nos dejemos llevar por lo externo, lo más importante en la música cristiana es excitar la devoción:
San Jerónimo no reprueba sin más ni más el canto, aunque, eso sí, censura a los que cantan teatralmente en la iglesia no para excitar la devoción, sino por deseos de figurar o por gusto.
(...) si uno canta por devoción, considera entonces con mayor atención lo que se dice (...) ----------------------------------------------------------
Ahora Santo Tomás de fija en la atención de los oyentes, puede ser que el canto sea en un idioma que no se entienda, pero eso no es impedimento para alabar a Dios
(...) los oyentes: también ellos, aunque a veces no entiendan lo que se canta, saben, a pesar de todo, por qué se hace, o sea, que lo que con el canto se pretende es alabar a Dios. Basta esto para excitar su devoción. (...)
(Cito algunos estractos de Suma Teologica Parte II-IIae q.91, cursiva. Lo que aparece en negrita es comentario personal) ---------------------------------------------
(...) la alabanza vocal es necesaria para elevar los afectos del hombre hacia Dios. Por consiguiente, todo lo que puede resultar útil para este fin, bueno será incorporarlo a la alabanza divina. Ahora bien: es evidente que, de acuerdo con la diversidad de melodías, se generan diversas disposiciones en el espíritu humano, (...) Por eso es saludable la práctica establecida de valerse del canto en la alabanza divina, con el fin de estimular más con él la devoción de los espíritus débiles. Como vemos la oración con música ayuda a los que somos de espíritu debil, para fortalecernos y ayudardos a rezar. --------------------------------------------------------
Tal es el motivo por el que San Agustín dice, (...): Me siento inclinado a dar por buena la práctica del canto en la iglesia para que por el halago de mis oídos mi alma, demasiado débil, remonte su vuelo hada afectos de piedad. Y, hablando de sus propios sentimientos, (...)
Lloré con tus himnos y cánticos, muy emocionado con las voces de tu Iglesia, por lo suavemente que sonaban.
La música es capaz de emocionar, pero no por si misma sino porque inclinan el alma a Dios.
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En otra parte nos dice lo siguiente, esta vez citando a San Jerónimo, para que no nos dejemos llevar por lo externo, lo más importante en la música cristiana es excitar la devoción:
San Jerónimo no reprueba sin más ni más el canto, aunque, eso sí, censura a los que cantan teatralmente en la iglesia no para excitar la devoción, sino por deseos de figurar o por gusto.
(...) si uno canta por devoción, considera entonces con mayor atención lo que se dice (...) ----------------------------------------------------------
Ahora Santo Tomás de fija en la atención de los oyentes, puede ser que el canto sea en un idioma que no se entienda, pero eso no es impedimento para alabar a Dios
(...) los oyentes: también ellos, aunque a veces no entiendan lo que se canta, saben, a pesar de todo, por qué se hace, o sea, que lo que con el canto se pretende es alabar a Dios. Basta esto para excitar su devoción. (...)
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