Cuando el número de coros va creciendo es necesario que haya tres coordinadores generales que no sean responsables directos de ningún coro; uno para animar a los chicos, y otro para los padres y un tercero para lo jóvenes.
El coordinador de los niños cumple una función de integración entre los coros, de aportar elementos de formación, de ayuda en la resolución de conflictos y de animador de los responsables de los coros.
El coordinador de los jóvenes trabajará en conjunto con la pastoral juvenil que esté desarrollando la parroquia creando vínculos de unidad con la comunidad.
Los coordinadores generales se eligen con la aprobación del párroco por un periodo de no más de tres años, no prorrogables.
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