Desde la comunidad del Sahara os enviamos un fraterno saludo. Disfrutamos aquí de la presencia del P. Alfredo, un perfecto saharui canario, como podréis observar en las fotos. Está rememorando sus cinco años vividos en estas tierras, desde el 65 al 70. Reconoce que... "esto está totalmente transformado... una nueva realidad en la que se percibe que el pueblo saharaui está diluído, como la sal en el agua. Pero el sabor saharaui no se ha perdido todavía. El sabor saharui perdura.
Estoy muy contento y muy feliz de poder pasar estos días aquí. La visita a Dakhla ha sido muy gratificante. Sobre todo por la labor que Bouh, un saharui minusválido, está realizando con más de cincuenta niños que se encuentran en la misma situación... eso sí que es evangelizar a los pobres. En mi corazón está el deseo de volver a visitar y reencontrarme así con los lugares en los que viví en aquellos años: Lemseied, Fos Boucraa, Smara, Dora, Tarfaya, ... y la playa. Aprovecho estas lineas también para agradecer y reconocer a la comunidad de Laayoune el cariño y la acogida. En verdad que me he sentido muy bien. Una oración desde aquí, desde el Sahara, desde el seno de una comunidad cristiana saharaui..."
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